Cabalga el Sentimiento

¡Ey nene! Tu y yo somos el amor Eterno. Somos dos amantes  unidos en comunión eterna en el crepúsculo de la noche. Somos amparo mágico al sustento de la luz de nuestros ojos, al capricho gozoso que me preña las entrañas. Somos tu y yo Tu tan masculino  y yo  tan hembra  recuperando el aliento final  al sentir seductor y atrevido a orillas de tus labios.

Cubriste mis ojos de blanca gasa privandome de un paisaje sin amarras. Anudaste mis manos de oración en penitencia  ante el altar de tu religión de pasión encendida  subiendome al podium de Olimpo Dorado  sujetando mis deseos dulcemente suspirados. Plena y libre grito tu nombre  tejiendo el espacio en verso de aire,  cuajando el deseo a canto abierto de mudos labios.  

  Amar es encontrar en la felicidad de otro, la propia felicidad de amar. Guivanni Papini Y en el junco de su cuello como collar de jade, la última obra anudada a su garganta,  evitando que su alma vuele de sus libidinosas metáforas.

Yo me quiero morir en tus brazos, siendo tu  el último reflejo que me lleve a mi tumba. Yo no quiero que me llores, ni me dejes rosas sin nombre,  quiero que me vistas para la ocasión  quemando silencios con la mejor de tus  sonrisas. Regalame esa danza alegre de tus ojos en llama y podrás contemplar mi espíritu libre en un vuelo milenario. Yo no quiero un verde oscuro en mi tierra mojada,  quiero colores bordando arcos abiertos sobre mi jardín de piedra,  regada con los vientos de los sueños a orillas de cielos que gravita mi tacto en armonía con mi voz,  en la renuncia de callar mi alma a cantos de dioses,  camina en silencio a canto de calma, tu nombre en mis labios.