Cauce de Ti
Dejo mis manos en tus manos, sin peso ni resistencia, soy el eco que responde al llamado de tu esencia. No traigo más que silencio, y el murmullo de mi calma; mis dudas se hacen cenizas cuando entrego aquí mi alma. Seré el río que se pliega al cauce de tu verdad, camino sin preguntar, me lleva tu voluntad. Cierro los ojos y veo la paz de estar en tus brazos, soy un verso que susurra las promesas en tus lazos. Porque en esta rendición, en esta entrega sin prisa, soy el reflejo perfecto de tu sombra y tu sonrisa.